¿Por qué las dietas dejan de funcionar?

¿Por qué engordamos?

Cuando estamos realizando una dieta de pérdida de peso, la mayoría de las veces se fracasa o decaemos. La pregunta que todos nos hacemos es ¿estoy haciendo algo mal?, ¿por qué no soy capaz de seguir con mi dieta para adelgazar?. La respuesta la tenemos en nuestro propio organismo y en nuestro pasado prehistorico. Nuestros antepasados subsitían con una fisiología análoga a la nuestra en busca de la homeostasis. La homeostasis es la clave para explicar que las dietas no suelen tener éxito a largo plazo.

El cuerpo humano con sus equilibrios y balances está diseñado para mantener un peso adecuado y una alta grasa corporal. Nuestras células grasas y en menor medida las células del revestimiento del estómago secretan una hormona llamada leptina. Nuestra grasa es, por tanto, una parte activa del sistema endocrino. Cuando reducimos nuestro nivel de grasa corporal la leptina enviada al hipotálamo es menor. En este proceso, el hipotálamo disminuye la actividad del tiroides y por la regulación de nuestro metabolismo envía señales de hormonas como la  grelina y el neuropéptido Y, provocándonos sensación de hambre. Este mecanismo ancestral tiene toda lógica si nos remontamos a nuestro antepasado: el hombre prehistórico.

  • La Homeostasis es la característica de un organismo vivo, por la cual mediante la absorción de alimentos y vitaminas (metabolismo) puede regular las funciones que existen dentro de él, para mantener una condición estable y constante. La homeostasis es posible gracias a los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de autorregulación.

Para sobrevivir en épocas de poca caza y escasez de comida, el organismo de «el hombre de las cavernas» detectaba poca grasa corporal, con lo cual el organismo disminuía su metabolismo para gastar menos energía y sobrevivir más tiempo mientras que los procesos hormonales enviaban señales indicando las sensación de «hambre» para ir a buscar su próxima comida. Nuestro organismo hoy en día sigue funcionando de igual manera, y siempre busca un nivel alto de grasa corporal para sobrevivir más tiempo y acomular grasa para resistir el crudo invierno.

Cuando aumenta el nivel de grasa corporal sucede todo lo contrario. El aumento de grasa aumenta la secreción de leptina por parte de los adipocitos, por tanto la señal que llega al hipotálamo está amplificada y esto hace liberar más hormonas para aumentar el metabolismo a través del tiroides. Además se disminuyen las señales hormonales (grelina y neuropéptido Y) que provocan la sensación de hambre. Pese a que el hombre de las cavernas necesita suficiente grasa corporal para sobrevivir a las épocas de escasez de alimentos, su cuerpo también se da cuenta de que tiene que ser lo suficientemente delgado y habil para poder cazar y huir de los peligros.

Entonces viendo este ciclo de homeóstasis y reconociendo el importante papel que desempeña la Léptina en nuestro hombre de las cavernas, nos podemos hacer otra pregunta. ¿Por qué la obesidad es un problema generalizado en la sociedad occidental si el mecanismo de equilibrio es adelgazar cuando hay exceso de grasa a través de la liberación de leptina?

Nuestro organismo, al igual que ocurre con otras hormonas como la insulina (implicada en la diabetes tipo 2), también se hace resitente a la leptina. Esto se debe a muchos factores, como el sedentarismo, el consumo excesivo de carbohidratos procesados, triglicéridos elevados, estrés crónico y los tóxicos en los alimentos, por nombrar algunos factores. En esencia, el hipotálamo no recibe la señal a pesar de la abundancia excesiva de grasa y de leptina. De forma que con la obesidad la leptina se hace silenciosa en el hipotálamo. Por suerte invertir este silencio hormonal cuando se padece obesidad  se puede lograr mejorando el estilo de vida. Mantener una actividad física regular, aumentar el consumo de alimentos integrales y naturales, evitar los alimentos procesados, no caer en las garras del estrés y disminuir el consumo de alcohol hacen posible que nuestro hipotálamo pueda volver a escuchar la leptina.

Infografía ¿Por qué una dieta dejan de funcionar?

Infografía ¿Por qué una dieta dejan de funcionar?

¿Por qué las dietas no funcionan?

Como hemos visto hasta ahora existe un mecanismo de equilibrio ancestral en el cuerpo humano con el cual a mayor cantidad de grasa más activo es el metabolismo y menos sensación de hambre. Que en su ciclo natural deriva en la pérdida de grasa: menos metabolismo y más hambre.

Llegados a este punto, el problema básico es que el concepto de dieta en la sociedad moderna no es correcto. Una dieta debe significar una forma de vida, una alimentación y estilo de vida saludable. En esencia, el mismo mecanismo fisiológico por el que el hombre de las cavernas aumenta y pierde grasa continúa existiendo en nuestro cuerpo hoy en día.

Cuando nuestro hombre de la caverna tiene pocos alimentos (que es nuestra actual restricción calórica), los mecanismos naturales de nuestro organismo se debilitan con el tiempo y acaba en una disminución del metabolismo. Ahora bien, cuando nuestro hombre de las cavernas disminuye su metabolismo para hacerse más delgado y poder buscar comida (hacer cardio en la dieta), ¿cómo tenía energía suficiente para correr y conseguirla?. Esto se debe a la actuación de el cortisol. El cortisol, es una hormona asociada al estrés que ayuda a liberar grasa, glucosa y proteínas de los músculos para proporcionar energía. Por eso los culturistas y deportistas fitness tieneden a controlar el cortisol al máximo.

Al liberar cortisol, nuestro cuerpo está en una pérdida neta de proteína, lo que implica una pérdida de músculo. El aumento de cortisol también implica mayores señales de grelina y neuropéptidos Y, por lo que comenzamos a tener hambre y en particular anhelar cosas dulces (por la liberación de neuropéptidos Y). El hombre de las cavenas resolvía esta ansiedad por algo dulce comiendose alguna baya o fruta, el inconveniente de hoy en día es que el hombre moderno lo resuelve comiendo una chocolatina, refresco, snack de la máquina expendedora más cercana.

Y así es como llega el día en el que abandonamos la dieta. Disminuyen los niveles de léptina, que implican el proceso en cadena: disminución de el metabolismo, aumento de apetitio, aumento de los niveles de cortisol, disminución de la masa muscular. Y al disminuir la masa muscular vuelve a disminuir más aún el metabolismo. Danger! Danger!… Y hasta aquí hemos llegado, no me siento bien, adios a la dieta.

En realidad nuestro error es la concepción de dieta como un período estacionario de poca alimentación y mucho ejercicio cardiovascular. Hay que eliminar esa mentalidad de «dieta» y realizar un cambio de «estilo de vida». El éxito en la pérdida de grasa se logra si se realiza con calma, de forma lenta y haciendo cambios en nuestra forma de vivir. Hay que conseguir una meta específica, alcanzable y realista con pequeños plazos, paso a paso. Para ello nada mejor que aumentar la actividad física, mejorar nuestra alimentación, disminuir el estrés y controlar lo que comemos para poder lograr nuestros objetivos.

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Participa!: Un comentario en “¿Por qué las dietas dejan de funcionar?

  1. Nutribold Team Autor

    Esta relación cíclica entre Grasa, Leptina, Cortisol y metabolismo, podría usarse para explicar los efectos rebote de las dietas. A todos los que estéis interesados en el tema os invitamos a que investiguéis sobre las bases biológicas de esta cuestión. Es muy interesante, pero tal vez se aleja del objeto divulgativo de Nutribold.com

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